
Tal día como hoy, el 6 de febrero de 1869, nació en Ronda la pintora Clara Salazar Barea, según un censo de Madrid de 1920.
Fue discípula del pintor valenciano Antonio Muñoz Degrain (1840-1924) residente en Málaga desde 1870 y profesor de las asignaturas para mujeres de Acuarela, Perspectiva y Dibujo y Pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, donde la enseñanza artística femenina se inició en 1879. Clara Salazar también fue alumna del pintor andaluz Joaquín Martínez de la Vega (1846-1905), profesor en la Academia de Dibujo del Liceo de Málaga. Más tarde, ya residiendo en Madrid, Clara Salazar tomó clases en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado dependiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde continuó recibiendo clases de Muñoz Degrain y del académico y catedrático José Moreno Carbonero (1860-1942).
Clara Salazar se trasladó a Madrid hacia 1890, año en que debutó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con dos cuadros titulados “Africana” (145 x 90 cm.) y “Flores” (30 x 18 cm.). Continuó participando en este evento en tres ocasiones más durante los siguientes 20 años. En 1897 obtuvo una mención honorífica por dos floreros de pequeño formato. En la edición de 1906 presentó tres obras: “Una hebrea” (68 x 45 cm.), “Flores” (19 x 25 cm.) y un lienzo de más de dos metros de altura titulado “Retrato de S. M. el Rey Alfonso XIII” (215 x 111 cm.).
Hacia 1898, cuando contaba 29 años, Clara Salazar contrajo matrimonio con el periodista y funcionario Francisco de Torres Gisbert (1871-1923) y tuvieron una hija, Clara de Torres Salazar (1899-d.1972).
En la Exposición Nacional de 1912, Clara Salazar se presentó por última vez incluyendo en sus apellidos el de su marido y mostrando un retrato infantil de tamaño medio. Un mes antes le escribió una carta a Joaquín Sorolla en agradecimiento a una recomendación y pidiéndole atención en la obra que había presentado en dicho evento.
En la Exposición Universal de Chicago de 1893, Clara Salazar formó parte del grupo de pintoras españolas seleccionadas, entre las que se encontraban Adela Ginés y Ortiz (1846-1918), Julia Alcayde (1855-1939), Fernanda Francés (1862-1939), María Pirala (1864- 1938), Elena Brockman (1865-1946) y María Luisa de la Riva (1859-1926). También participó en la Exposición Internacional de Arte del Centenario, celebrada en Buenos Aires en 1910 para conmemorar los 100 años de la Primera Junta de Gobierno, junto a María Luisa Puiggener (1867-1921) y María Corredoira (1888-1970).
Clara Salazar compaginó su actividad pictórica con su labor docente, impartiendo clases de pintura en el Centro Iberoamericano de Cultura Popular Femenina, creado en 1906, donde también fue profesora Isabel Baquero Rosado (1865-d.1926).
A partir de 1911, Clara Salazar también dio clases en la Escuela del Hogar y Profesional de la Mujer, donde trabajó junto a Fernanda Francés (1862-1939), por lo que tuvo varias discípulas.
Se desconoce su fecha de defunción.
Una de las pocas obras suyas que perdura se encuentra en el Museo Diocesano de Orihuela y pertenece al Patronato Histórico-Artístico de esta ciudad, de donde era oriundo su marido. Se trata de otro retrato de Alfonso XIII adolescente que está datado en 1902 y mide 111,5 x 78,5 cm.

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