Tal día como hoy, el 18 de febrero de 1928, nació en San Lorenzo del Escorial la pintora española Esperanza Parada.
En la década de los años 40 inició su formación artística asistiendo a clases de dibujo y pintura en escuelas privadas, donde pudo conocer a otras artistas del grupo realista de Madrid como su amiga Amalia Avia (1930-2011), su cuñada Isabel Quintanilla (1938-2017), Carmen Laffón (1934-2021) o María Moreno (1933-2020).
Su primera exposición individual tuvo lugar en 1957 en la Galería Macarrón y un año antes recibió una beca del Ministerio de Cultura para viajar a Italia.
Al igual que les sucedió a muchas compañeras pintoras de la postguerra española, el trabajo de Esperanza Parada quedó ensombrecido bajo el de su marido, el escultor Julio López Hernández (1930-2018), con quien contrajo matrimonio en 1962. A partir de entonces, Esperanza decidió abandonar su actividad pictórica para dedicarse a los cuidados familiares y a apoyar la carrera profesional de su marido.
En 1960, Esperanza Parada comenzó a trabajar en el equipo de gestión de la Galería Biosca y cuatro años después fue contratada por la Galería Juana Mordó, donde realizó las mismas labores durante casi 30 años hasta que la galerista falleció.
En la década de los años 90 retomó su actividad pictórica y, gracias a algunas exposiciones colectivas junto a los “realistas madrileños”, resurgió un cierto interés por su obra.
Su lenguaje pictórico tiene influencias cubistas, simbolistas y sigue una estética muy sobria en la representación de naturalezas muertas, donde destaca la silenciosa capacidad evocadora de los objetos domésticos.
Murió en Madrid en 2011 a los 82 años.
En el año 2016, el Museo Thyssen-Bornemisza incluyó sus obras en la exposición “Realistas de Madrid” junto con el resto de pintores de su generación.
