Tal día como hoy, el 26 de julio de 1859, nació en Courrières (Pas-de-Calais) la pintora francesa Virginie Élodie Demont-Breton.
Perteneció a una familia de artistas. Fue hija del pintor realista Jules Breton (1827-1906), seguidor de la Escuela de Barbizon, y sobrina del paisajista y grabador Émilie Breton (1831-1902). La madre de Virginie fue Élodie De Vigne (1836-1909), hija del pintor de género belga Félix De Vigne (1806-1862). La prima de su madre, Emma De Vigne (1850-1898), también fue pintora.
En 1880, Virginie se casó a los 21 años con el pintor Adrian Demont (1851-1928), con quien tuvo tres hijas: Louise (1886-1921), Éliane (1901-1913) y Adrianne (1888-1935), quien también se dedicó al arte. El matrimonio se instaló en la colonia de artistas de Wissant, en Pas-de-Calais. Allí convivieron con las familias de pescadores de la zona, que sirvieron como inspiración temática para los cuadros de ambos. La casa familiar que habitaron, “Villa Le Typhonium”, fue construida en estilo neo-egipcio por su tío, el arquitecto belga Edmond De Vigne (1841-1918), y hoy se conserva como patrimonio histórico desde 1992.
Virginie Demont-Breton fue una artista muy respetada en su tiempo que pudo trabajar profesionalmente con reconocimiento. Abordó en su pintura escenas cotidianas de estilo naturalista. La mayor parte de estas escenas se desarrollan en entornos marítimos de las playas y estuarios de las costas del canal de la Mancha. Prestó especial atención en sus cuadros a la representación de figuras femeninas atareadas en la crianza de sus hijos, revalorizando este trabajo desde una identificación emocional.
Este interés artístico por visibilizar la labor de las mujeres que plasmó en sus obras, fue un reflejo del compromiso social feminista que demostró a lo largo de su carrera. Formó parte de la Unión de Pintoras y Escultoras de Francia desde 1883 y ejerció el cargo de presidenta de esta asociación entre 1895 y 1901. Gracias a su lucha, en 1897 por fin consiguieron el logro del acceso de las mujeres a la formación artística en la École des Beaux Arts de París.
Virginie debutó en el Salón de París con sólo 21 años en 1880 y al año siguiente fue premiada en este evento con una medalla de tercera clase. Durante más de tres décadas estuvo concurriendo al Salon hasta su última edición en 1914, presentando un total de 63 cuadros, de los cuales muchos se encuentran en paradero desconocido.
En la Exposición Mundial de París de 1889 y de 1900 recibió dos medallas de oro. También fue galardonada con otra medalla de oro en la Exposición Mundial de Amsterdam en 1883. Participó en la Exposición Mundial de Chicago de 1893, exponiendo tanto en el Pabellón de Mujeres como en el Palace of Fine Arts. En 1894 fue condecorada como caballero de la Legion de Honor. A pesar de estos logros, en la actualidad apenas se conservan obras suyas en museos relevantes, salvo alguna excepción como el cuadro titulado “La Plage” (191 x 348 cm), que fue adquirido por el Estado Francés en el Salon de 1883 y hoy pertenece a la colección del Musée d’Orsay, aunque está en depósito en el Musée des Beaux-Arts d'Arras.
Al final de su vida, publicó sus memorias bajo el título “Les maisons que j’ai connues” (1926-1930), divididas en cuatro volúmenes: “Dans les Flandres”, “Notre pays natal”, “Paintres et savants” y “Nos amis artistes”.
Falleció en París a los 75 años el 10 de enero de 1935.
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