Tal día como hoy, el 28 de octubre de 1892, nació en Barcelona la pintora, dibujante, escritora e ilustradora modernista catalana Dolors Anglada Sarriera, conocida como Lola Anglada.
Perteneció a una familia burguesa intelectual que apoyó su formación y fomentó su independencia. Lola Anglada inició sus estudios en la Escola de la Llotja de Barcelona, donde fue alumna del dibujante Antoni Utrillo (1867-1944) y del pintor Joan Llaverías Labró (1865-1938), fundadores en 1893 del Cercle Artistic de Sant Lluc. Lola Anglada expuso individualmente en el Salón de este grupo artístico en 1920 y 1921.
El debut de Lola Anglada tuvo lugar en 1916 cuando inauguró su primera muestra individual. En 1920 participó en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona y al año siguiente en la Exposición de Primavera. En esa época recibió una beca del gobierno francés para trasladarse a París donde colaboró con varias editoriales como la casa “Hachette”.
Durante la década de los años 20, Lola Anglada se convirtió en la dibujante profesional más prolífica del país, llegando a colaborar con casi todas las revistas infantiles catalanas, como “En Patufet” o el semanario para niñas “La Nuri”, que fundó ella misma en 1925 y de la que también fue guionista.
El estilo plástico de Lola Anglada se caracteriza por desarrollar un lirismo orgánico que alude a un pasado idealizado de leyendas y en cuyas representaciones define un modelo femenino noucentista mediterráneo.
Estuvo comprometida políticamente con la República, la lucha antifascista y el independentismo catalán. Militó en la Unió Catalanista, un grupo de sindicatos y asociaciones, en el que ejerció como secretaria de Acción Cultural y Social desde 1923. Organizó una solicitud de amnistía de los acusados por el atentado frustrado a Alfonso XIII en 1925, llamado “Complot de Garraf”, los cuales fueron liberados en 1930 tras terminar la dictadura de Primo de Rivera.
Durante la Guerra Civil se afilió a la UGT y colaboró con el Comissariat de Propaganda de la Generalitat de Catalunya, que le encargó en 1937 un cuento sobre el personaje del escultor Miquel Paredes “El més petit de tots”, que se utilizó como icono de la causa democrática.
Durante la postguerra, Lola Anglada se refugió en Tiana (Maresme), donde vivió el resto de su vida. En 1948 sufrió la clausura de una de sus exposiciones por la policía franquista y no pudo volver a publicar sus dibujos en ninguna revista hasta 1962.
Entre 1952 y 1958 vio la luz su proyecto “Visions barcelonines”, una serie de 41 dibujos de escenas costumbristas de la ciudad de Barcelona ambientadas entre 1760 y 1860, que fueron publicados en varios volúmenes con textos del historiador Francesc Curet (1886-1972).
En 1981 se convirtió en la primera mujer en ser condecorada con la Creu de Sant Jordi que otorga la Generalitat de Catalunya.
Falleció en Tiana a los 91 años el 12 de septiembre de 1984.
