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Tal día como hoy, el 10 de septiembre de 1860, nació en Tula la pintora expresionista rusa Marianne von Werefkin.
Fue hija de un comandante del Regimiento de Ekaterimburgo y su familia perteneció a la antigua nobleza rusa.
Comenzó su formación artística a los 14 años y en 1880 se convirtió en discípula del pintor Ilya Repin (1844-1930), el mayor exponente de la pintura realista rusa del siglo XIX.
A los 18 años, Marianne von Werefkin sufrió un accidente en su mano diestra por el cual permaneció incapacitada largo tiempo.
En 1892 conoció al pintor ruso Alekséi von Jawlensky (1864-1941), con quien inició una relación sentimental y cuatro más tarde se trasladaron juntos a Munich. Debido a la fuerte influencia de su pareja, Marianne pasó una etapa de inactividad creativa que duró 10 años y durante la cual se dedicó a apoyar la carrera de él.
En 1907 retomó la pintura siguiendo parámetros expresionistas, centrándose en dotar al color y a las formas de un intenso contenido psicológico, bajo la influencia de la obra del pintor noruego Edvard Munch (1863-1944).
Dos años después, fue una de las fundadoras de la asociación “Neue Künstlervereinigung München”, junto con otros miembros como Wassily Kandinsky (1866-1944) y la pareja de éste, la pintora alemana Gabriele Münter (1877-1962). Con la formación del nuevo grupo “Der Blaue Reiter” en 1911, Marianne también formó parte de este colectivo participando en exposiciones conjuntas hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, cuando ella y Jawlensky se vieron obligados a emigrar a Suiza.
Tras separarse en 1918, Marianne se instaló sola en Ascona, junto al Lago Maggiore, donde siguió pintando y sobrevivió sus últimos años gracias a la ayuda económica de un matrimonio amigo.
Murió a los 77 años el 6 de febrero de 1938.
Sus obras se conservan en el Museo Comunale d’Arte Moderna de Ascona (Suiza), la Städtische Galerie im Lenbachhaus en Munich, el Lentos Kunstmuseum de Linz (Austria) o el Schlossmuseum Murnau (Alemania).
