Tal día como hoy, el 20 de junio de 1778, nació en París la pintora neoclásica Marie-Éléonore Godefroid.
Fue una de las pintoras más respetadas dentro los círculos artísticos de la época napoleónica, sin embargo su figura quedó olvidada pronto después de morir y pocos cuadros suyos han sobrevivido o tal vez estén atribuidos a otros artistas.
Marie-Éléonore Godefroid participó en el Salón de París en 19 ocasiones, entre 1800 y 1847, exponiendo 40 retratos y varios cuadros históricos por los que recibió medallas en 1812 y 1824.
Fue nieta de la restauradora y marchante de arte belga Marie-Jacob Godefroid (1701-1775), que llegó a París desde Amberes con su marido en 1727, destinados a trabajar como restauradores oficiales para la monarquía francesa.
El padre de Marie-Éléonore Godefroid fue también restaurador y ella se formó en su taller, instalado en el Palacio del Louvre, donde su familia vivió hasta que murió su padre en 1788.
Con 17 años se convirtió en instructora de artes en la escuela para jóvenes aristócratas de Jeanne Henriette Campan (1752-1822), primera dama de la reina María Antonieta.
Hacia 1805 Marie- Éléonore se incorporó a trabajar en el taller de François Gérard (1770-1837), uno de los pintores más prolíficos del imperio napoleónico y la Restauración borbónica. En este taller ejerció labores de gestión además de ayudante en todos sus cuadros, convirtiéndose también en amiga personal de la familia del pintor. Gracias al apoyo de Gérard, Marie-Eleonore pudo sobrevivir a los cambios políticos del momento y continuó recibiendo encargos.
A pesar de todos estos logros, murió a los 71 años en 1849 sufriendo graves problemas financieros que le impidieron proteger su legado artístico.
Sus pocas obras atribuidas se conservan en el Palacio de Versalles, la Gemäldegalerie en Berlín y en colecciones privadas.
