Tal día como hoy, el 28 de enero de 1960, nació en Madrid la artista española Patricia Gadea. Fue una de las mejores pintoras de su generación y una de las figuras más brillantes de la postmodernidad madrileña de finales de los años 80 y principios de los 90.
Su primera exposición individual tuvo lugar en la Galería "Grupo 15" de Madrid en 1983, cuando la crítica elogió su pintura por su desbordante vitalidad y su potente eclecticismo, estéticamente muy próximo a la transvanguardia italiana y al “Bad painting” neoyorquino.
En 1986, ella y su marido, el pintor Juan Ugalde (Bilbao, 1958), se trasladaron a Nueva York gracias a una Beca Fullbright, donde residieron durante tres años y conocieron al poeta y artista Dionisio Cañas (Tomelloso, 1949). En Nueva York, los tres juntos fraguaron el germen del colectivo artístico “Estrujenbank”, que llegó a constituirse oficialmente cuando la pareja regresó a España en 1989. A este equipo se unió otro miembro más, el pintor Mariano Lozano (1942-2021). El colectivo llevó a cabo diversas iniciativas más allá de la creación plástica, como el diseño gráfico de publicaciones, el comisariado de exposiciones en su propio taller de Legazpi o las intervenciones y performances urbanas. El común denominador de todas sus acciones fue un humor corrosivo e irreverente muy politizado, que utilizaban como un resorte para celebrar todo lo banal que llena la vida mundana y ordinaria, desde una perspectiva anti-elitista.
El grupo estuvo activo hasta el año 1993, cuando se disolvió tras la separación de Juan y Patricia. A partir entonces, ella siguió trabajando en solitario con la misma energía y la misma visión crítica hacia nuestra realidad social capitalista más inmediata.
La pintura de Patricia Gadea se basa en la apropiación de imágenes extraídas de anuncios publicitarios, del cómic y de la baja cultura. El punto de partida de su metodología es similar a los procedimientos del Pop Art, para después abordar un ejercicio de reinterpretación y manipulación de estas imágenes cotidianas, descontextualizándolas y dotándolas de un nuevo significado.
En los últimos años, su obra adquirió además una conciencia feminista que enriqueció su personal lenguaje iconoclasta y mordaz. Su corpus artístico deslumbra por su audacia, así como por un cierto tono desencantado de una gran vigencia actual.
Falleció en Palencia en el año 2006 con sólo 46 años.
Tras su muerte, el Museo Reina Sofía le dedicó una completa exposición retrospectiva titulada “Atomic-Circus” en el año 2014, que fue comisariada por Virginia Torrente (Bilbao, 1963), en la que se reunieron 120 obras de pintura en gran formato y otras obras sobre papel.
