Tal día como hoy, el 8 de enero de 1775, falleció en Murcia Doña Inés Salzillo, escultora barroca especializada en la policromía de las tallas, las encarnaciones y el estofado.
Fue hija del escultor barroco italiano Nicolás Salzillo (1672-1727), quien llegó desde Nápoles en 1697 y dos años más tarde contrajo matrimonio con Isabel Alcaraz (1679-1745). Nicolás Salzillo instaló en Murcia su casa-taller de imaginería religiosa, donde sus hijos trabajaron como colaboradores en el negocio familiar. Inés Salzillo nació en el mes de abril de 1717.
Dado que su padre falleció cuando ella contaba sólo 10 años de edad, fue su hermano mayor, Francisco Salzillo (1707-1783), quien dirigió su instrucción en el obrador. Allí Inés aprendió a dibujar y a modelar en arcilla junto con otros hermanos, José Salzillo (1710-1744) y Patricio Salzillo (1722-1800).
Según la investigación realizada por Concepción de la Peña Velasco, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Murcia, está documentado que Inés Salzillo trabajó en el taller familiar de su hermano durante casi 20 años. La principal función de Inés era acometer la policromía de las imágenes, incluyendo las encarnaciones, así como las laboriosas etapas del proceso del estofado con pan de oro. Ella era la encargada de diseñar previamente los patrones textiles que lucían las tallas, seleccionaba las gamas cromáticas y los motivos ornamentales de las telas para después proceder a la aplicación de la pintura en las piezas.
Siguiendo el rol de género impuesto socialmente para muchas mujeres que fueron hijas y discípulas de artistas, Inés tuvo que abandonar el obrador cuando se casó con el procurador Francisco García Comendador en diciembre de 1748. Desde entonces sólo pudo ejercer sus labores como esposa y madre de familia dentro del entorno doméstico.
Murió a los 57 años por causas desconocidas y recibió sepultura en el Convento de las Capuchinas de Murcia.
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