Tal día como hoy, el 18 marzo de 1928, nació en París la artista autodidacta Mirka Mora, de soltera Zelik.
Fue criada en una familia judía de padre lituano y madre rumana.
En 1942, cuanto contaba 14 años, fue arrestada junto a su madre por la policía francesa durante la "Redada del Velódromo de Invierno" (Rafle du Vél' d'Hiv') para ser deportadas a Auschwitz. Consiguieron escapar refugiándose en el bosque y sobrevivieron allí durante tres años hasta que acabó la guerra en 1945.
En 1951 emigró con su marido a Australia y se instaló en Melbourne, donde residió y trabajó el resto de su vida. Comenzó ganándose la vida como modista, compaginándolo con su trabajo artístico y la crianza de sus tres hijos. Hoy en día está considerada una de las figuras culturales más relevantes en el desarrollo del arte contemporáneo australiano.
A lo largo de su trayectoria compaginó distintas disciplinas como el dibujo, la pintura o el trabajo textil. Su personal estilo no siguió ningún movimiento concreto, ya que nunca recibió una educación plástica reglada y siempre se dejó guiar por su imaginativa intuición. En su obra siguió una figuración protagonizada por personajes naif, representados bajo una tendencia al "horror vacui".
En el año 2002 recibió el galardón de la Orden de las Artes y las Letras por parte del Ministerio de Cultura del gobierno francés.
Murió a los 90 años en Melbourne en 2018.
Algunos de sus trabajos se conservan en la National Gallery of Victoria en Melbourne, la National Gallery of Australia en Canberra y el Heide Museum of Modern Art en Melbourne.
La gestión de su legado está cargo de su hijo William Mora (1953) a través de su galería de arte en Melbourne.
