Tal día como hoy, el 12 de julio de 1874, nació en Świnoujście, actual Polonia, la artista dadaísta alemana Elsa von Freytag-Loringhoven (de soltera Plötz).
Durante la mayor parte de su vida trabajó y vivió en Nueva York, donde desarrolló su pintura, sus esculturas vanguardistas, sus performances callejeras y su poesía fonética.
En Greenwich Village fue donde conoció a algunos de sus amigos íntimos, con quienes también trabajó intensamente, como Djuna Barnes, Man Ray y Marcel Duchamp.
Para ella, el arte y la vida eran inseparables. Fue capaz de proyectar su espíritu excéntrico, transgresor y anárquico a todas sus creaciones, desde los ensamblajes artísticos que componía con objetos encontrados en la basura, siendo precursora del ready-made, hasta las actuaciones que orquestaba en la vía pública o los vestuarios que diseñaba con desechos.
A pesar de ser pionera en tantos campos, su trabajo entonces no obtuvo ningún reconocimiento y hoy en día apenas se conservan obras suyas.
Sin embargo, las investigaciones recientes sobre la documentación epistolar de la época, indican que algunas obras de otros artistas del momento pertenecen en realidad a Elsa von Freytag. Un ejemplo claro es el actual descubrimiento de su autoría en la concepción de la famosa obra de Duchamp “Fuente” (1917), que cambió para siempre la historia del arte.
Elsa se suicidó en su apartamento de París en 1927 a la edad de 53 años.
