Tal día como hoy, el 1 de febrero de 1926, nació en Nueva York la fotógrafa autodidacta Vivian Maier.
El trabajo de Vivian Maier ha permanecido en la sombra durante medio siglo hasta después su fallecimiento en 2009, cuando salió a la luz pública su excepcional archivo fotográfico con más 100.000 negativos, casi la mitad de ellos sin positivar.
El hallazgo de su legado se produjo por puro azar cuando un joven investigador de Chicago, llamado John Maloof, adquirió en una subasta este enorme lote abandonado en un almacén de un guardamuebles.
Vivian Maier trabajó profesionalmente como niñera durante toda su vida. Paralelamente, se dedicó de una manera anónima y obsesiva a crear una obra fotográfica que desborda una calidad técnica y artística de un altísimo nivel.
Desde los años 50 hasta los 90, Vivian realizó miles de instantáneas callejeras dotadas de una intuición y una inteligencia sublime.
Una de sus series más inquietantes es la que dedicó a sus autorretratos, en la que fue capaz de capturar, casi como una visionaria, todo el misterio oculto que hoy en día envuelve a su propia figura, mediante unas composiciones absolutamente innovadoras.
El responsable del rescate de este tesoro, John Maloof, desde entonces se ha ocupado de divulgar, conservar y catalogar este extenso legado.
Además, en el año 2013 Maloof relató su historia a través de la realización de un cortometraje documental titulado “Finding Vivian Maier”, que fue nominado a los premios Oscar de Hollywood en 2015.
